Cuide su salud mental en Navidad
La época navideña para muchas personas es la época favorita del año, la esperan con ansias ya sea por la creencia religiosa, los regalos, el compartir en familia, la música y la comida. Se asocia la Navidad con una época de felicidad donde todos están obligados a sentirse alegres y a disfrutar de las festividades. Pero para muchos la Navidad no representa esa alegría y felicidad, sino que es sinónimo de tristeza, soledad, ansiedad y depresión.
Las Navidades pueden ser una fuente de estrés y melancolía. Comercialmente se venden las escenas felices, pero no siempre la realidad va acorde a esa Navidad idealizada y puede desencadenarse un estado depresivo y de ansiedad. Algunas señales a las que debe prestar atención son las siguientes:
- Pérdida de interés o apatía, en especial a temas relacionados con la Navidad.
- Aislamiento y poco interés por compartir con otras personas.
- Irritabilidad.
- Cansancio, desgano y pérdida de energía.
- Alteración en nuestro patrón de sueño y alimentación.
- Pensamientos negativos, autocompasivos o destructivos.
Algunas de las causas más comunes para presentar cambios en nuestro estado de ánimo y ansiedad son las siguientes:
- Pérdida de un ser querido – Cuando hay personas queridas que no están entre nosotros ya sea por distancia geográfica, conflictos o muerte es común que se extrañen durante estas fechas y aflore la tristeza. Esto puede ocurrir aun cuando ese duelo no sea reciente.
- La Navidad es la época de menos horas de luz en todo el año – Las noches son más largas y el clima más frío y lluvioso lo que puede incidir negativamente en nuestro estado de ánimo.
- Fin de año – El concluir un año y comenzar otro para algunas personas supone realizar un proceso de auto evaluación donde se sitúan las metas establecidas y el cumplimiento de estas. El identificar que no se han cumplido estas metas puede suponer para algunas personas debilidad, frustración e incapacidad.
- Pérdida de empleo o problemas económicos – Socialmente se establece una relación directa entre la Navidad y las mejoras en la casa, la compra de nuevos artículos y los regalos. La limitación de recursos económicos puede ser una puerta que desate sentimientos de frustración y minusvalía.
- Expectativas no cumplidas – Las compras, la organización y obligación de comidas o eventos sociales no son causas para todas las personas de tener una eterna sonrisa y deseo continuo de celebración. En ocasiones las personas que no expresan esa alegría esperada son llamados amargados o personas no gratas.
No se deben subestimar los síntomas depresivos y de ansiedad. Existen alternativas y cambios en nuestra rutina de vida que se pueden adoptar para ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo.
¿Qué podemos hacer?
- Cuando un ser querido ya no está con nosotros es normal sentir tristeza y echarle de menos. No obstante, no se debe descansar en esa tristeza ni permitir que sea el centro de atención. Busque realizar nuevas actividades y tradiciones que no asocie con esa persona.
- Utilice los recursos de apoyo o fortalezas que tiene disponibles. La tradición hace énfasis en el compartir con la familia, pero si no tiene la oportunidad de estar en familia utilice recursos de apoyo como amigos, vecinos, compañeros de trabajo o de iglesia. Existen personas que se convierten en familia elegida y forman parte importante de nuestra vida.
- Si su economía está frágil durante la Navidad existen diversas formas de poder hacer regalos u obsequios a las personas que quieres. Quizás la preparación de algún postre o comida, alguna manualidad o arte preparado por usted puede convertirse en ese detalle que quiera regalar. No obstante, las personas importantes para usted deben entender la situación por la que atraviesa. De todas formas, no hay una regla escrita de que haya que regalar en Navidad.
- No existe un libreto establecido de cómo debe pasar los días festivos. Manténgase ocupado y saque tiempo para realizar actividades que le sean placenteras. Es fundamental relajarnos y disfrutar de tiempo de calidad.
- Si va a realizar alguna actividad organícese con tiempo y no deje los preparativos para el final. Es válido pedir ayuda o delegar si es necesario.
- Si practica alguna religión cristiana donde la Navidad es el significado del nacimiento del niño Jesús, enfóquese en esa creencia que brinda sostén y significado a la vida.
- Evite el consumo de alcohol o sustancias controladas. En nuestra cultura se asocia las festividades con el uso de alcohol como parte esencial de cualquier celebración. De forma cotidiana se escucha que “el alcohol ahoga nuestras penas”. El alcohol al igual que otras sustancias es un depresor del sistema nervioso central. Esto significa que ante eventos donde estén presentes síntomas depresivos el alcohol se convierte en alimento para estos síntomas.
- Busque relacionarse con causas o entidades con las que simpatice o sienta afinidad. El ejercicio de servir y ayudar a otras personas trae grandes beneficios a nuestra salud. A veces se pueden descubrir habilidades que desconocíamos y replantear nuestro enfoque.
Podemos concluir que, si nuestra Navidad no se asemeja a la idealizada, no tenemos que obligarnos a que así sea. Nada ni nadie nos debe impedir que podamos crear, innovar, transformar o prescindir de algo que nos haga daño.
Si estas señales persisten busque ayuda de un profesional de la salud mental o de su médico primario para atender la situación con premura y evitar complicaciones futuras. Parte de nuestra salud es tener bienestar mental.
La Lcda. Yasmin Noriega Noriega, es trabajadora social para pacientes del IPA 315 en el Centro de Promoción de Salud CESMI, localizado en la Calle Santa Cruz #8, Bayamón PR 00961 (entre La Estrella del Norte y entrada a la Urb. River Park). Horario de oficina: lunes y miércoles de 8:00am – 5:00pm; martes de 1:00pm – 5:00pm, telf. (787) 523-4315. Para citas: envíe un mensaje a: clinicas@cesmisalud.com con el nombre completo de la persona, número de teléfono, el servicio de nutrición. Además, atiende pacientes del IPA 514 Med Caribe en la Ave, Roosevelt 1028, Puerto Nuevo, PR 00920. Horario de oficina: jueves de 8:00am – 5:00pm, telf. (787) 706-8705. En ambas localidades atiende pacientes referidos por sus médicos primarios.