¡Que el calor no descontrole su salud!
Hay una frase muy común entre los puertorriqueños “el calor está que pica”. Normalmente se utiliza para describir las altas temperaturas, las que suelen aumentar en la ya conocida temporada de huracanes que va desde junio hasta septiembre. Sin embargo, estas olas de calor no sólo significan el aumento de visitas a las playas, piscinas o ríos, sino también, resultan en el aumento de una diversidad de condiciones entre las que se encuentran las alergias, el asma y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular a causa de las altas temperaturas.
Uno de los detonantes de estas olas de calor en la isla es el conocido polvo del Sahara. Esto es una nube de polvo que sale del desierto del Sahara y se transporta a través del océano. Típicamente estas partículas viajan desde el estado de Texas entre mediados de junio hasta finales de agosto, apareciendo cada tres o cinco días durante esta temporada (webmd.com).
Las partículas generadas por este polvo resultan en un agente que afecta la salud de las personas asmáticas. Esta ola de polvo puede causar irritación de los ojos, nariz y garganta para toda aquella persona que esté expuesta a él. Particularmente para la población de pacientes asmáticos, como lo expresa el Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología, se convierte en un catalítico que dispara los síntomas resultando en la dificultad para respirar.
Por otro lado, otra de las situaciones que causa este tipo de evento atmosférico es el aumento en las temperaturas. Con este tipo de cambio uno de los grupos más afectados son las personas que padecen de enfermedades cardiovasculares. El cuerpo humano para defenderse de los aumentos en temperatura aumenta el flujo sanguíneo de la piel y la sudoración para disipar el calor. Esta respuesta es necesaria para la regulación de temperatura, pero a su vez, resulta en una gran demanda al sistema cardiovascular al necesitar un aumento en las funciones cardiovasculares.
Para defenderse del aumento de la temperatura central los humanos aumentan el flujo sanguíneo de la piel y la tasa de sudoración para disipar el calor. Estas respuestas efectoras son necesarias para la termorregulación, pero imponen una gran demanda al sistema cardiovascular al requerir un aumento relativamente grande en el gasto cardíaco.
La población de personas de 65 años o más son los que están a riesgo de sufrir problemas y hasta la muerte relacionados con las olas de calor. Se estima que en los Estados Unidos alrededor de 120 personas mueren al año a causa de las altas temperaturas provocadas por el calor. Esto es más que cualquier otro agente externo como lo son las muertes por frío, inundaciones, huracanes, tornados y rayos. (National Library of Medicine)
Por lo que es importante que las personas durante esta temporada cobren conciencia y tomen medidas preventivas que le permitirán pasar el calor sin incidentes que lamentar. Algunas recomendaciones son:
- Mantenerse informado sobre los reportes del tiempo o cambios climáticos, en especial cómo se encuentra la calidad del aire.
- Quedarse dentro de su hogar si las condiciones del aire no son aptas para salir.
- Continue con el uso de la mascarilla al salir de su hogar.
- Continue su tratamiento con los medicamentos para la prevención de alergia y asma.
- Trate de mantener la calma, el estrés podría aumentar los síntomas tanto de asma como de alergias.
- Hable con su médico primario o alergista si sus síntomas empeoran.
- Manténganse hidratado.
- Evite salir a horas en donde la luz solar es más fuerte, en especial si va a hacer algún tipo de actividad física.
- Utilice ropa liviana.
El verano llega para vacacionar y disfrutar. Aunque el calor es una parte característica de esta temporada las personas deben protegerse para evitar que los agentes atmosféricos opaquen la diversión a la que invita estos meses.
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Este artículo es redactado por el equipo de redacción del Boletín Millennium Medical.